La moderna exhibición del Oceanario en el Acuario Shedd de Chicago acaba de terminar una renovación de $50 millones de dólares que incluye un quiosco interactivo donde los niños pueden maniobrar una garra mecánica para levantar objetos – como conchas y piedras – que tienen etiquetas RFID.

Un sensor en la garra lee la etiqueta al levantarse el objeto y activa un video animado que aparece en la pantalla del quiosco y ofrece información sobre el objeto en particular. El sistema fue creado por la firma de diseño multimedia Mightybytes, con sede en Chicago.

El Shedd no es el primer acuario que aprovecha la tecnología RFID. En 2007, el Underwater World de Singapur comenzó a ponerle etiquetas RFID a sus peces para que los visitantes pudieran identificar las diferentes especies. Al pasar el pez por un sensor, la información sobre el nombre, la especie y otras características del mismo aparece en una pantalla táctil.

Los acuarios de Shedd y Singapur dan el ejemplo de cómo la tecnología RFID puede ser usada en un ambiente educativo y muestran cómo hay un aumento en la tendencia de utilizar medios educativos interactivos en los museos, acuarios y galerías.