Ya no es solo para fines policiales: la evolución de la biometría
11 May, 2015
category: Huellas digitales, Orden público
Por: Zack Martin
Cuando se trata de solucionar un delito, los oficiales policiales hacen muchas preguntas. ¿Había un testigo? ¿Quedaron evidencias en la escena? ¿Imágenes latentes de huellas digitales? Aparte del nombre de la persona, las huellas digitales puede que sean el identificador más antiguo. Los babilonios se dieron cuenta de que las huellas digitales eran únicas y las emplearon para la identificación hace más de 3,000 años. Pero solamente en los últimos 100 años es que la biometría realmente se ha convertido en una ciencia utilizada para identificar criminales y realizar chequeos de conducta de los individuos que trabajan en las escuelas, labores sociales y otras posiciones potencialmente sensibles.
En los últimos 40 años la dactiloscopía ha pasado de ser un asunto de investigadores estudiando con lentes de aumento unos papeles entintados, a los Sistemas Automatizados para Identificación de Huellas Digitales o AFIS (Automated Fingerprint Identification System), que emplean sistemas computarizados y software para encontrar las posibles coincidencias. Esto no elimina el aspecto humano, ya que los investigadores siguen comparando la imagen real de la huella con las coincidencias seleccionadas en AFIS.
Qué es AFIS? La tecnología AFIS utiliza una combinación de imágenes y patrones de huellas digitales para identificar a un individuo dentro de una base con millones de datos, explica Robert Horton, director senior de marketing y comunicaciones en MorphoTrak. Las imágenes de huellas digitales se escanean, y los puntos de minucias – las terminaciones y bifurcaciones de las crestas – se traducen en patrones, de modo que sea más fácil buscarlos en una base de datos. El patrón es básicamente una representación numérica de puntos geográficos clave de una imagen única de huella digital. Tanto la imagen real de la huella como el patrón resultante son mantenidos en bases de datos separadas, señala Horton. AFIS busca los patrones para encontrar posibles coincidencias, pero las comparaciones finales se hacen con las imágenes reales. Cuando una jurisdicción local envía información al FBI o a otra agencia, lo que se transmite son las imágenes. Las jurisdicciones envían imágenes de ida y vuelta porque diferentes AFIS utilizan patrones y algoritmos de propiedad que no pueden ser usados por los competidores. Al compartir las imágenes reales, cada AFIS puede crear su propio patrón para usarlo en su búsqueda específica.
No está previsto que estos sistemas arrojen de retorno coincidencias conclusivas, sino más bien una lista de posibles candidatos. En ese punto un examinador humano compara manualmente las imágenes de las huellas digitales reales, identificadas en la lista de candidatos de AFIS. Una AFIS más reciente puede lograr un proceso mucho más rápido y sencillo, devolviendo resultados más exactos, dice Horton.
Esos sistemas más recientes disminuyen el tiempo que toma encontrar coincidencias y puede ayudar a las agencias policiales a distribuir mejor sus recursos, explica Horton. Los examinadores utilizan menos tiempo cuando chequean de forma manual los impresos porque es más probable que la coincidencia se encuentre entre los primeros pocos candidatos que entrega el sistema.
Los federales pasan a nueva generación
El sistema de Identificación de Nueva Generación (NGI) del FBI estará a la avanzada de la identificación criminal. El sistema ya ha completado unas tres cuartas partes de su implementación, explica Stephen Morris, director adjunto de la División de Servicios Informativos de Justicia Criminal del FBI (CJIS) en Clarksburg, West Virginia. El sistema NGI reemplazará el sistema IAFIS (Integrated Automated Fingerprint Identification System) que ha estado en uso por unos 20 años.
“Han pasado más de 10 años desde que comenzamos a trabajar sobre el NGI, reconociendo que tendríamos que elevar la tecnología, aprovechar la tecnología moderna, así como lograr algunas mejoras y algún servicio adicional para las agencias policiales”, señala Morris. “El sistema heredado IAFIS fue el primer paso del FBI en proveer algún tipo de capacidad automatizada para las agencias del orden con el fin de presentar datos de huellas digitales, llevar a cabo algunas comparaciones y recibir respuestas. El NGI representa la siguiente generación en ese sentido”.
CJIS mantiene la historia penal del FBI y sus bases de datos de huellas digitales. Comparte información con 18,000 agencias policiales en Estados Unidos, así como con agencias de seguridad nacionales e internacionales.
Morris plantea que el programa NGI es una actualización de envergadura. “Hemos sido capaces de proveer mejores algoritmos de búsqueda que no solo incrementan la precisión, sino que además nos aportan muchas más capacidades especialmente en lo relativo a comparar huellas digitales latentes”, dice Morris. “En esencia, constituye una tecnología mejor, más rápida y más inteligente”.
El nuevo sistema está diseñado con un criterio de cambio. Uno de los mayores impulsores detrás de este programa es el reconocimiento de que a 20 años vistas la tecnología será diferente. “Habrá nuevas modalidades de biometría, como DNA, iris, facial – tecnologías que no se emplean todos los días o que comenzarán a utilizarse”, dice Morris. “Queríamos asegurar que el sistema fuera escalable y que pudiéramos actualizarlo y utilizar una capacidad plug and play”.
AFIS fuera del ámbito policial
Aunque la historia de AFIS es en el ámbito policial, utilizar el sistema para chequeos de antecedentes y otros propósitos no es nuevo, explica Horton. In 1995 MorphoTrak creó un sistema para el Condado de Los Angeles County para las personas que reciben asistencia social. “Cada beneficiario de asistencia social es inscripto con el fin de recibir sus cheques y asegurar que no aparece duplicado”, añade. El sistema funcionó tan bien que todo el estado de California ahora lo utiliza. Otros tres estados también implantaron sistemas similares para reducir el fraude en la asistencia social, dice Horton. El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU emplea un sistema AFIS para chequear a los viajeros de entrada. Se escanean los 10 dedos de cada visitante extranjero y se compara contra una lista de vigilancia. Sistemas como este ya son comunes en todo el mundo, explica Horton. Algunos países también toman las huellas digitales de sus ciudadanos cuando solicitan pasaporte y los chequean en un sistema AFIS antes de emitir los documentos de viaje, señala. En dependencia del país, las huellas digitales pueden pasarse a patrones y guardarse en el chip sin contacto del pasaporte.
El futuro de AFIS
La pantalla intermitente en la computadora para indicar una coincidencia de huellas digitales suele aparecer en los programas policíacos de la televisión, pero la realidad es bien diferente. Cuarenta años de experiencia con AFIS han hecho que el trabajo policial sea más eficiente. Las huellas digitales siempre han de jugar un rol en la aplicación de la ley y la recolección de evidencias, pero ese rol también se amplía rápidamente con respecto a los viajes y otras facetas de la vida cotidiana. Ahora que el sistema AFIS moderno arriba a su mediana edad, no se queda estático. Se añaden nuevas modalidades biométricas que fortalecen los sistemas, mientras que mejores algoritmos y motores de búsqueda de coincidencias incrementan la precisión. La continua estandarización y un intercambio más amplio de datos ayudarán a que el futuro sistema AFIS rastree a los delincuentes a través de todas las jurisdicciones.
El artículo original en inglés contiene más información sobre el tema.
Gina Jordan, de AVISIAN, también contribuyó en este artículo.