20 March, 2013
category: Control fronterizo
Un nuevo análisis de Frost & Sullivan afirma que el mercado global de biometría y control de fronteras experimentará un elevado crecimiento gracias a la cooperación internacional. No obstante, para lograr ese crecimiento es preciso resolver los problemas relativos a la privacidad y lograr que las instituciones puedan valorar el rendimiento del capital invertido (ROI).
El análisis “Valoración del mercado global de biometría y control de fronteras” (Global Border Control and Biometrics Market Assessment) abarca el sector militar, legal, así como gobierno y seguridad. Arroja que los ingresos de 2012 en ese mercado fueron de $5,800 millones y prevé ganancias de $15,800 millones en 2021.
Frost determinó que uno de los mayores impulsores del crecimiento de ese mercado lo constituye el trabajo conjunto a nivel internacional de agencias y organizaciones que colaboran en la seguridad de los viajes, lo que ha conllevado una mayor implementación de documentos y lectores electrónicos.
Los mercados occidentales han estado a la vanguardia en esta tendencia con muchos países que tienen pasaportes electrónicos y están ensayando las puertas electrónicas (eGates). En Europa se están desarrollando muchos proyectos pilotos con tecnología de reconocimiento facial, que es la modalidad biométrica preferida. Rusia también está explorando el uso de biometría como identificador.
Los mercados orientales, como China e India, comienzan ahora a incorporar pasaportes y puertas electrónicas en sus sistemas de procesamiento de viajeros.
Aunque la oportunidad para el crecimiento es favorable, Frost advierte que los cortes presupuestarios y las preocupaciones acerca de la privacidad pueden tener un efecto negativo sobre los planes de inversión en tecnología biométrica. No obstante, una tecnología más barata y la educación pública pueden contrarrestar tales efectos.