Aunque la industria biométrica promociona la confiabilidad de ese tipo de escaneo para vincular a las personas con sus registros de identificación, nuevas investigaciones sugieren que el proceso de envejecimiento puede tener un efecto imprevisto en la biometría.

En el sitio web de Nature, Kevin Bowyer, profesor de ciencias de computación de la Universidad Notre Dame de Indiana, realizó una investigación comparando escaneados del iris tomados un mes antes con otros tomados uno, dos y tres años antes.

La tasa de fallas de coincidencia cuando se compararon los resultados escaneados era mayor mientras más prolongado el período de tiempo, llegando a alcanzar 153% en el período de tres años de un escaneado al otro. Esto muestra que el proceso natural de envejecimiento puede modificar la apariencia del iris.

El estudio sugiere que el reconocimiento del iris puede no ser definitivo en términos de verificación de identidad y puede requerir que la industria desarrolle algoritmos resistentes a los cambios producidos por el envejecimiento.

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