Iglesias emplean reconocimiento facial para controlar asistencia
La asistencia a misa los domingos se controla sin que los feligreses tengan que firmar en un libro, gracias a un software de reconocimiento facial diseñado especialmente para las iglesias.
Churchix es un software de seguimiento que identifica a las personas en videos y fotos. Su propósito principal es cuantificar la asistencia a un evento, como es el servicio matinal de los domingos.
La compañía Face-Six, que creó el software, plantea que Churchix es la primera aplicación de escritorio de reconocimiento facial por video que puede descargarse en la web.
“Churchix procesa cada fotograma y cuando se detecta un rostro, Churchix ejecuta un proceso de generación de plantilla que convierte el rostro en una plantilla o vector, que sirve como una representación del rostro”, explica Moshe Greenshpan, fundador y director ejecutivo de Face-Six. “Esos vectores que se generan del video se comparan entonces con los rostros representados en la base de datos”. La iglesia inscribe a sus miembros y añade sus fotos a la base de datos.
La compañía reporta que tiene 42 clientes que emplean Churchix en todo el mundo – incluyendo EEUU – que son en su mayor parte iglesias de tamaño mediano a grande.
“La asistencia a eventos y servicios es un indicador clave de cómo la iglesia se desempeña en términos de popularidad y crecimiento. También facilita a la iglesia mantenerse en estrecha conexión con sus miembros”, dice Greenshpan. “La mayoría de las iglesias ya llevan un seguimiento manual sobre la asistencia de sus miembros. Pero cuando se trata de grandes eventos es una tarea casi imposible controlar a los miembros. Por eso Churchix es tan útil.”
Greenshpan no puede decir si las iglesias le informan a sus feligreses que están siendo fotografiados o grabados en video. El dice que los clientes que utilizan Churchix hasta ahora se han negado a descubrir su identidad porque no quiere que los consideren como invasores de la privacidad”.
“No hay duda de que usar la tecnología hace que alguna gente se sienta incómoda”, plantea Greenshpan. “Le decimos a los que abogan pro la privacidad, que el problema real en esto es si la iglesia debe controlar la asistencia de sus miembros de forma manual o de otra forma. Si no, entonces el problema no es a causa del reconocimiento facial, que es simplemente digitalizar el proceso de registro”.