Iris ID ha concluido una nueva instalación de su solución de reconocimiento de iris en CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear. CERN opera el laboratorio de física de partículas más grande del mundo cerca de Ginebra, Suiza, donde se emplean aceleradores para reforzar haces de partículas a altas energías antes de hacerlos colisionar entre sí o con objetivos estacionarios. En ese laboratorio se encuentra el Gran Colisionador de Hadrones, el principal acelerador soterrado de partículas del CERN.

“CERN es cliente de Iris ID desde hace largo tiempo. Ellos utilizan nuestra tecnología para proteger la infraestructura de CERN”, señala Mohammed Murad, vicepresidente para desarrollo de negocios y ventas globales de Iris ID, una compañía con sede en New Jersey que fue creada en 1997. “Para nosotros, esta es una implementación de gran envergadura”.

Iris ID instaló el primer conjunto de soluciones de reconocimiento de iris en CERN en el 2008. La última instalación representa la número 80 del total de dispositivos Iris ID en CERN, y todos han sido actualizados a la última generación.

Unos 10,000 empleados y visitantes por períodos prolongados han sido registrados en el sistema. A cada uno se le entrega una tarjeta para emplearla como identificación y se les concede el acceso solamente a las áreas necesarias para su trabajo. Los empleados deben pasar a través de una esclusa para entrar a un área restringida. Presentan su tarjeta y se abre la primera puerta. Pasan entonces a una pequeña cámara y la puerta se cierra tras ellos. Miran hacia la cámara para el reconocimiento de iris – Iris ID dice que su lector toma menos de un segundo para identificar una persona – y se abre la segunda puerta.

“En todo esto hay mucha matemática y cálculos. Se sacan algunos cálculos que determinan que la persona correcta es la que está ahí y está presente solamente una persona”, explica Murad. Los haces infrarrojos y una almohadilla en el piso determinan si alguien está tratando de entrar junto con el empleado. El sistema mantiene un registro de cada una de las entradas del empleado a las áreas restringidas, que es objeto de revisión por parte de los administradores de CERN. La solución también incluye detección de vida. “Parte de las contramedidas es poder detectar si es una persona viva la que muestra sus ojos al sistema”, dice Murad.

CERN tiene planes de instalar otros 20 lectores Iris ID en un acelerador que está siendo renovado para su reapertura en el 2019.