08 November, 2015
category: Finanzas, Gobierno, Tarjetas Inteligentes
Existe más de una forma de producir una tarjeta segura de identidad. Sublimación de tinta, retransferencia, inyección de tinta, impresión láser y grabado láser, todos estas son tecnologías de personalización utilizadas comúnmente. Y está entonces el modelo de emisión. ¿Será la producción de tarjetas centralizada o distribuida a numerosos lugares de emisión en ventanilla?
La selección de los materiales de las tarjetas influye tanto en la tecnología de personalización como en el modelo de emisión. Por ello es crucial que un emisor comprenda las capacidades de los materiales de las tarjetas cuando evalúa las tecnologías de personalización y los modelos de emisión. En un sentido muy real, las tres decisiones están mano a mano, y constituyen los tres pilares de la emisión segura de las tarjetas de identificación.
La mayoría de las tarjetas de identificación de alta seguridad son compuestas, lo que quiere decir que son confeccionadas con más de un tipo de material. Mientras que el 100% de las tarjetas de PVC suelen ser para usos de baja seguridad, no constituirían una opción para las tarjetas de identificación emitidas por los gobiernos ni para otros documentos con un rol crítico.
“Una tarjeta recta de PVC se rajaría como una galleta de soda en el Sahara”, comenta Robert Jones, jefe científico de MorphoTrust.
Jones explica que los emisores seguros confían en materiales de tarjeta en capa para crear tarjetas compuestas que cumplan los objetivos trazados para la aplicación. Considere estos ejemplos:
El PVC recto puede tener tendencia a rajarse, pero las capas de otros materiales especiales pueden adicionar flexibilidad, durabilidad y vida útil al producto terminado.
El policarbonato añade opciones únicas de seguridad en la personalización, pero si se usa solo puede ser quebradizo, un problema que ocurre comúnmente cuando los chips están embebidos.
Los materiales sintéticos como el sustrato Teslin pueden brindar durabilidad y capacidades anti-fraude, pero tienen que están unidos con otro sustrato para crear una tarjeta terminada.
“La clave está en seleccionar cuidadosamente los materiales individuales para lograr un compuesto que se comporte de forma óptima”, dice Pierre Scaglia, gerente de segmento global para Credenciales Seguras en PPG Industries. “De esa forma, uno capitaliza las mejores características de varios componentes materiales”.
Como señala Jones y lo muestran estos ejemplos, los compuestos le dan un vuelco al mundo de identificación segura.
La conjunción de los materiales con el modelo
Para muchos programas de identificación segura, la primera decisión es la elección del modelo de emisión. ¿Se emitirán las tarjetas desde una o más instalaciones productivas centrales, o se confeccionarán en el terreno a través de un modelo descentralizado de emisión en ventanilla? Hay pros y contras comúnmente aceptados para cada modelo. La emisión central logra un elemento de tiempo de verificación adicional que puede permitir chequeos más sólidos de antecedentes y chequeos de documentos de origen. También puede darle a una organización más control sobre las funciones de seguridad del documento. Una instalación central que produce tarjetas de forma masiva puede dirigir los recursos hacia una cantidad más reducida de poderosas estaciones de emisión. Por ello, a menudo se puede dar el lujo de incorporar tecnologías más avanzadas de seguridad y funciones forenses en las tarjetas de identificación. Funciones de seguridad tales como el grabado láser y la holografía de alta gama están más fácilmente al alcance de las instalaciones centralizadas que de los entornos de impresión de escritorio a menor escala. La protección del stock de tarjetas y los equipos de producción puede ser mejor controlada cuando están confinados en una sola instalación central o en un número reducido de estas. Todos estos factores pueden ser clave en los esfuerzos por impedir las falsificaciones, la alteración de tarjetas o la producción ilícita de tarjetas fraudulentas de identificación, mediante el uso de materiales y tecnologías reales. Finalmente, las agencias solo necesitan reabastecer en una sola ubicación los materiales de consumo, tales como las cintas de impresoras y el stock de tarjetas, almacenar equipos de repuesto y mantener los servicios de reparación.
Pero la emisión en ventanilla también tiene sus ventajas. El servicio al cliente es una de las razones principales por las que algunos emisores escogen hacerlo de esta forma. Las impresoras modernas y los sistemas de personalización pueden permitir la creación rápida y segura de tarjetas en el lugar, y esa emisión instantánea es de gran satisfacción para los clientes. Con la emisión centralizada, por otra parte, la credencial tiene que producirse y enviarse en fecha posterior al titular de la tarjeta. Por razones de seguridad, los programas a menudo prohíben remitir la tarjeta directamente a la dirección del domicilio y en lugar de ello las envían a la oficina local de emisión. Esto obliga al individuo a volver a visitar la agencia u oficina para demostrar su identidad y entonces reclamar la tarjeta de identificación. Debido al período de tiempo que transcurre entre la inscripción y el recibo de la credencial, puede ser necesario un documento temporal, lo que añade costos y complejidad al proceso. Por tanto ¿es un modelo mejor que el otro? “Nuestra experiencia ha sido que la emisión central supera a la emisión local”, plantea Scaglia. “Se trata de instalaciones altamente seguras que pueden utilizar las tecnologías de seguridad más sofisticadas”. Él plantea la siguiente interrogante: “Si usted imprime una tarjeta mediante la emisión local ¿cuán difícil piensa que le resulte a un falsificador hacer lo mismo?” Aún así, los partidarios de la emisión en ventanilla argumentan que si se diseña y opera de forma apropiada, los dos modelos pueden cumplir el objetivo de una emisión segura.
Emisión central
En un escenario de emisión central, el tipo de materiales de tarjeta determina la especificidad del proceso de personalización. Con independencia de la selección del material, la primera ronda de personalización se realiza típicamente en hojas grandes, por ejemplo 18 por 12 pulgadas, que después se troquelan para producir 21 tarjetas terminadas. Esas hojas se alimentan a una impresora para aplicar gráficos fijos, tales como imágenes estáticas de fondo y otras funciones estándar de seguridad, como la impresión guilloche o el microtexto. En algunos casos, los datos personalizados – nombre, número de identidad, fecha de nacimiento, foto – son aplicados al mismo tiempo. Sin embargo, cuando se utilizan materiales sintéticos como el sustrato Testlin, es más frecuente que se añadan datos variables en el proceso separado, utilizando tecnología de impresora láser o de inyección de tinta. Muchos estados en EEUU están usando Teslin y emisión centralizada para licencias de conducir, explica Jones. “La información personalizada es impresa con láser sobre el sustrato Teslin, y encima de eso hay otras capas con funciones de seguridad, que en ocasiones incluyen el grabado láser”, señala. Cuando se personaliza el policarbonato, los datos variables se añaden después en el proceso utilizando un grabador láser, a menudo después que las tarjetas han sido troqueladas de la hoja más grande. Ese es el caso de la tarjeta pasaporte de EEUU, una identificación de policarbonato que se personaliza 100% mediante grabado láser, dice Jones. Si se han de utilizar chip sin contacto y antenas, en lugar de aplicarlos a la hoja más grande, suelen combinarse en un inlay que se añade como una capa específica. No obstante, si se incluyen chips de contacto, los circuitos integrados normalmente se incorporan después del troquelado.
Independientemente de los pasos específicos descritos arriba, al final la hoja terminada es laminada y cada tarjeta es troquelada de esa lámina grande. Por último, las tarjetas individuales son codificadas y probadas.
Emisión en ventanilla
En un modelo de emisión en ventanilla todo se hace mientras el cliente espera, y sale de la oficina con una identificación ya terminada. En lugar de trabajar con hojas grandes, cada dependencia recibe tarjetas en blanco, que a menudo tienen ya incorporadas algunas funciones de seguridad. Los mismos materiales de tarjeta empleados en entornos de emisión centralizada pueden también emplearse para la emisión en ventanilla. Pero suele ocurrir que los modelos de emisión descentralizada utilizan más comúnmente impresoras de tarjetas de identificación con tecnologías de sublimación de tinta o de retransferencia. Con Teslin u otras tarjetas compuestas, los datos personalizados generalmente son impresos en una capa externa mediante sublimación de tinta o impresas mediante retransferencia en una capa clara. A continuación, una capa final de policarbonato o poliéster ayuda a proteger la tarjeta y la información, explica Scaglia. En otros casos, el sustrato de Teslin puede ser personalizado utilizando impresión de láser o inyección de tinta y después es sellado térmicamente en una capa segura antes de la laminación final. “Cuando se personaliza sobre el sustrato Teslin y después se sobrelamina, existen múltiples capas de seguridad y la personalización está integrada en la tarjeta”, explica. Las tarjetas de policarbonato también pueden emitirse en ventanilla, pero para obtener ventaja de los emisores con grabación láser se requiere implementar numerosos grabadores láser de escritorio. Esas impresoras de tarjetas son bastante más caras que las impresoras de tarjetas de identificación tradicionales, pero permiten algún ahorro en los costos, por ejemplo, al eliminar las cintas. No obstinate, implementar un volumen importante de costosos sistemas de emisión en una zona geográfica extensa puede resultar costoso y difícil de administrar.
Conclusión
Es muy bueno tener opciones, y éstas abundan en la producción segura de tarjetas. Las opciones de los materiales para las tarjetas, la tecnología de personalización y los modelos de emisión, todas son cruciales para una emisión segura, y cada opción influye sobre las demás. Cuando se valoran, seleccionan y se implementan adecuadamente, estos tres pilares de la emisión segura pueden actuar de conjunto para crear una base sólida y resistente al fraude.